1/11/08

“SOY UN VIEJO SKINHEAD NEGRO” entrevista a Roy Ellis, musico jamaicano

Periodico Diagonal
MAR GARCIMARTÍN Y A. OCHOA
Leyenda viva de la música jamaicana y vocalista de Symarip, Roy Ellis vuelve con nuevo single y gira por el Estado para celebrar el aniversario del sello Liquidator.


La historia de Roy Ellis es la de un músico jamaicano que a los siete años ya cantaba en el coro de niños de la iglesia de Kingston. En la escuela entabló una fuerte amistad con Jimmy Cliff, y Bob Marley estaba dentro de su círculo de amistades. En 1961, con 15 años, tuvo que emigrar junto a su madre a Inglaterra, donde no tardó en juntarse con más músicos y formar una banda de ska, The Bees.

Allí fue donde conoció a Laurel Aitken, una figura clave. “Lo conocimos en 1964. En ese momento estaba buscando una banda que lo respaldase y había escuchado hablar de The Bees, así que contactó con nosotros, nos preguntó si nos interesaba y dijimos que sí. Por eso, después tuvimos la oportunidad de tocar junto a Prince Buster, Toots & the Maytals, Owen Gray, Millie Small, The Ethiopians, Desmond Dekker, Jackie Edwards y muchos más. Después de todo eso, se convirtió en nuestro productor con canciones como Jesse James Rides Again y The Girl in my Dreams (que escribí yo mismo). Desde entonces tuve una buena relación con él hasta que murió”, recuerda Ellis.

Skinheads
El grupo cambió de nombre para pasar a ser The Pyramids. Cosecharon varios éxitos y asistieron en primera persona al nacimiento del movimiento skinhead. “Para mí eran chicos estupendos. Fui el primer skinhead negro en Gran Bretaña, y todavía sigo siendo skin. Los skins de los años ‘60 y ‘70 eran un poco distintos a los de ahora. No odiaban a los negros, les encantaban por su música y su forma de vida. Pero esto ha ido cambiado poco a poco. Ahora hay skins de izquierdas y de derechas… creo que esto es algo muy triste. Deberíamos intentar convivir los unos con los otros porque, después de todo, este mundo es de todos : blancos, negros, marrones, amarillos… quienquiera que seas”.


Roy no ve grandes diferencias cuando compara a los primeros skins con los actuales : “Para mí, la mayoría de los skins de hoy se parecen bastante a los de los ‘60, aunque cuando te cruzas con alguno de ellos por la calle, no se sabe si es de derechas o de izquierdas. Eso es un grave problema para todos. Cuando estoy en un escenario puedo ver quiénes son los skins de izquierdas, porque los de derechas no vendrían a ninguno de mis conciertos a bailar mi música, ni a cogerme en brazos, ni a sacarse fotos conmigo”.

El mayor de los éxitos le llegaría en 1969, cuando se volvieron a cambiar el nombre por Symarip (Piramyds al revés) y grabaron Skinhead Moonstomp, uno de los discos de reggae más vendidos de la historia (más de siete millones de copias). El éxito del vinilo, según explica Roy, reside en que “se vende tanto porque ya va por la quinta generación, y es un hit mundial para los skins y para los que no son skins. Es algo para todo el mundo y además, cada día se une más gente a este movimiento. Skinhead Moonstomp es una canción para jóvenes y mayores de cualquier nacionalidad”.

El regreso
Con el tiempo, Roy Ellis abandonó la música jamaicana e Inglaterra. Se fue a vivir a Suiza donde se labró otra exitosa carrera como cantante, aunque esta vez orientada al soul y al gospel. Este viraje en su trayectoria dio un giro hace unos pocos años. “En 2004 fui a ver un concierto de Laurel Aitken en Suiza. Se alegró mucho de verme y me preguntó que qué estaba haciendo. Le conté que en ese momento me dedicaba al gospel y al soul. Me dijo que eso estaba genial, pero que debería volver a hacer ska y reggae porque era un ídolo para los skinheads y ellos querían verme. Dijo que Symarip tenía muchísimos fans en todo el mundo y que sólo yo podría hacerlo porque era el autor y el cantante de esas canciones. Así que, ¡aquí estoy otra vez !”.


De nuevo en la carretera, publicó un nuevo trabajo en 2006, The Skinheads Dem a Come, en el que reivindicaba su posición de ‘skinhead boss’ y gracias al cual un buen número de seguidores pudieron disfrutar de su directo acompañado por diferentes bandas actuales. “Son todos buenos grupos, a todos les encanta tocar conmigo. Todos me quieren porque soy un viejo skinhead negro, soy uno de ellos y siempre lo seré”.

La vuelta a la escena le ha permitido escuchar el ska y el reggae que se hace en la actualidad. “A veces la música de algunos grupos es muy diferente a lo que yo conozco, excepto cuando tocan ska o reggae, pero algunos de ellos hacen música muy rara cuando tocan ska punk y cosas por el estilo. De todas maneras, creo que son todos muy buenos y que está bien cambiar la música para hacerla como a uno le guste”.
Ahora lo que queda es disfrutar de sus sinceros conciertos. Pocos son los que vuelven dejando atrás una cómoda y exitosa carrera, para encontrarse con nuevas generaciones de seguidores que lucen orgullosos su cráneo, coreando como hace casi 40 años ese himno que sigue siendo Skinhead Moonstomp.

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