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Grupos de jóvenes con la cabeza rapada y un estética llena de símbolos políticos de uno y otro signo, ocupan titulares y reportajes televisivos sobre la problemática de la violencia juvenil. Sin embargo, ¿hay algo detrás de lo que parece ser un cajón desastre de odio y disputas sin sentido? Hablamos con RASH Madrid, la sección madrileña de la Confederación Internacional de Cabezas Rapadas Rojos y Anarquistas (RASH, Red & Anarchist Skinheads) que agrupa a cientos de redskins, ya sean anarquistas, comunistas o socialistas, en todo el mundo unidos para luchar contra el capitalismo y el fascismo:
Diversos programas de televisión han difundido la idea de que los fascistas y los antifascistas son básicamente iguales, ambos grupos son “extremos” y persiguen “instalar el odio en nuestra sociedad”. ¿Qué opináis de esto?
Los intereses que defienden las cadenas de televisión siempre son los de sus propietarios, los de los capitalistas que crean y dominan la opinión pública en su propio beneficio. Resultaría curioso que después de llevar toda una vida criminalizando la revolución cubana (p. ej.) o las diferentes alternativas anticapitalistas que se presentan en el mundo se hiciese una excepción con los redskins. En este sentido en capitalismo y la imparcialidad van por caminos bien separados.
Aparentemente fascistas y antifascistas son tratados por el gran capital con igual desprecio. Sin embargo los propios capitalistas conocen perfectamente la diferencia entre estas dos ideologías.
La historia nos enseña la verdadera idiosincrasia de ambas. Mientras los comunistas y anarquistas siempre se han mostrado en frontal oposición a las injusticias inherentes a las privatizaciones y al capitalismo, los fascistas han sido, en momentos de crisis, sus defensores más crueles y radicales.
En este sentido los grandes elementos del capital no dudarán en usar las fuerzas fascistas en su propio beneficio cuando lo crean necesario dejando así toda la criminalización para una sola parte.
Hasta entonces, hasta que el capitalismo se resquebraje un poco más y la situación se radicalice, la mejor opción para mantener a la gente trabajando sumisamente es criminalizar a cualquier cosa que se mueva por encima o por debajo de la única ideología importante, la del dinero.
Es por ello que, desde las tribunas mediáticas, se igualan las ideas objetivamente justas como la lucha por la igualdad racial, social, sexual o económica, con ideas de supremacía, odio y opresión.
Aparentemente fascistas y antifascistas son tratados por el gran capital con igual desprecio. Sin embargo los propios capitalistas conocen perfectamente la diferencia entre estas dos ideologías.
La historia nos enseña la verdadera idiosincrasia de ambas. Mientras los comunistas y anarquistas siempre se han mostrado en frontal oposición a las injusticias inherentes a las privatizaciones y al capitalismo, los fascistas han sido, en momentos de crisis, sus defensores más crueles y radicales.
En este sentido los grandes elementos del capital no dudarán en usar las fuerzas fascistas en su propio beneficio cuando lo crean necesario dejando así toda la criminalización para una sola parte.
Hasta entonces, hasta que el capitalismo se resquebraje un poco más y la situación se radicalice, la mejor opción para mantener a la gente trabajando sumisamente es criminalizar a cualquier cosa que se mueva por encima o por debajo de la única ideología importante, la del dinero.
Es por ello que, desde las tribunas mediáticas, se igualan las ideas objetivamente justas como la lucha por la igualdad racial, social, sexual o económica, con ideas de supremacía, odio y opresión.
También es común oir que los cabezas rapadas son grupos que utilizan la violencia indiscriminadamente, ¿es esto cierto?
Aprovechamos esta oportunidad para volver a insistir en el verdadero origen mestizo de los skinheads y de la tergiversación de nuestra cultura que llevaron a cabo los partidos de extrema derecha en la década de los 80, como forma de fortalecer sus propias filas.
Es cierto que los nazis que usan la estética skinhead la usan en gran medida unida a la violencia gratuita. Nosotros/as rechazamos esta violencia total y tajantemente.Aun así la violencia es parte de nuestras vidas. Está en ellas en forma de agresiones y asesinatos a manos de fascistas, pero también está presente en el monopolio de la violencia que ejerce el estado sobre todas las personas que intenten expresarse de forma realmente libre e independiente.
Reclamamos la autodefensa sobre nuestros propios derechos, pisoteados por la Constitución del 78, y de nuestra propia seguridad personal constantemente violada a manos neonazis.
Cuando las agresiones se convierten en una rutina, la autodefensa se vuelve una obligación.
Carlos Palomino, joven antifascista de 16 años asesinado en el metro de Legazpi (distrito Arganzuela) el pasado 11 de noviembre, ¿murió en medio de una “reyerta de bandas”? En eso han insistido numerosos medios de comunicación. Sin embargo, el movimiento antifascistas coloca permanentemente flores y carteles informativos en recuerdo de este joven. También se colocó una placa junto a la boca de metro que dice “el mejor homenaje, continuar la lucha”. ¿Por qué?
Enlazando con la primera pregunta, los medios de comunicación se esfuerzan en vaciar de contenido político nuestra lucha aislándola socialmente y presentándola como una enfermedad de juventud. Carlos murió precisamente por está negación de la realidad que constantemente ha llevado a cabo la Delegación del Gobierno. Murió yendo desarmado a protestar contra una manifestación hiriente a la sensibilidad de los más solidarios y valientes, como lo era Carlos.
Ha pasado ya casi un año desde aquel fatídico día y Delegación del Gobierno ha continuado autorizando los mismos actos xenófobos que dieron lugar a la muerte de Carlos, como si nada hubiera pasado, como si su papel fuera transparente en toda esta situación. De ahí que la frase “El mejor homenaje, continuar la lucha” se haya convertido en enseña y punta de lanza de lo que significó la lucha y muerte de Carlos, es decir la lucha contra la xenofobia, el racismo y la desigualdad social y económica.
Ha pasado ya casi un año desde aquel fatídico día y Delegación del Gobierno ha continuado autorizando los mismos actos xenófobos que dieron lugar a la muerte de Carlos, como si nada hubiera pasado, como si su papel fuera transparente en toda esta situación. De ahí que la frase “El mejor homenaje, continuar la lucha” se haya convertido en enseña y punta de lanza de lo que significó la lucha y muerte de Carlos, es decir la lucha contra la xenofobia, el racismo y la desigualdad social y económica.
¿Creéis que para luchar contra las agresiones fascistas y xenófobas en los barrios es importante confluir con colectivos juveniles, sindicatos y/o asociaciones de vecinos?
Estamos absolutamente convencidos de ello. Somos conscientes de que la lucha antifascista debe ser una lucha de todo el pueblo y en todos sus niveles de participación. Para ello debemos colaborar con todo el mundo que vea en el fascismo y el capitalismo una amenaza para la libertad, la libre circulación y el libre pensamiento de las personas.
Así intentamos trabajar en tantos ámbitos como nos es posible y con todas las herramientas que se presenten a nuestro alcance. Llevar nuestro discurso a todas las asambleas de trabajadores, estudiantes o vecinos que se vean afectadas por nuestros mismos problemas. Ser capaces de explicar nuestras posiciones y confluir con las de los demás formando así parte del tejido social madrileño, que bien forjado deberá ser el que aguante los envites que acometa la clase capitalista sobre la clase trabajadora según se vaya complicando la crisis.
En este sentido felicitamos a La Traba por su excelente labor en el barrio de Arganzuela y animamos a vecinos/as, trabajadores/as y solidarios/as de todos los barrios de Madrid a perder los prejuicios y trabajar en igualdad y respeto contra las injusticias de nuestra sociedad.
Sin más que añadir, sólo nos queda daros las gracias por la oportunidad de expresarnos.Un saludo para todos/as,
Así intentamos trabajar en tantos ámbitos como nos es posible y con todas las herramientas que se presenten a nuestro alcance. Llevar nuestro discurso a todas las asambleas de trabajadores, estudiantes o vecinos que se vean afectadas por nuestros mismos problemas. Ser capaces de explicar nuestras posiciones y confluir con las de los demás formando así parte del tejido social madrileño, que bien forjado deberá ser el que aguante los envites que acometa la clase capitalista sobre la clase trabajadora según se vaya complicando la crisis.
En este sentido felicitamos a La Traba por su excelente labor en el barrio de Arganzuela y animamos a vecinos/as, trabajadores/as y solidarios/as de todos los barrios de Madrid a perder los prejuicios y trabajar en igualdad y respeto contra las injusticias de nuestra sociedad.
Sin más que añadir, sólo nos queda daros las gracias por la oportunidad de expresarnos.Un saludo para todos/as,
20 - 09 -08
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